lunes, 21 de enero de 2013

CAPÍTULO DOS RELACIONES, INTERRELACIONES. INFLUENCIAS REALES. CÓMO INFLUYE NUESTRO ESTADO DE ARMONIZACION PERSONAL EN RELACIÓN CON LAS GEOPATIAS QUE PUEDEN EXISTIR EN MI CASA Se han creado infinidad de frases en relación a la influencia de las geopatías. Entre otras cosas, a veces se alude a los factores determinantes en la elección de una casa o un espacio para desarrollar nuestro trabajo, nuestro camino por la vida. Una de estas frases dice que “Nuestra casa es nuestra segunda piel”. Otra frase dice que “la elección de una casa con geopatías serias que lleguen a afectar nuestra salud es algo positivo, ya que eso será en definitiva el acicate para poder desarrollar un campo de mayor grado de conciencia”. Otra de estas frases indica que “desarmonía atrae desarmonía” En fin… personalmente creo que tanto la alimentación, la forma de vida, las formas de relacionarnos, el grado de armonización personal, el grado de satisfacción, el espacio de comprensión, en conjunto, van a crear un campo, el nuestro en definitiva, y ese campo va a resonar con unas u otras frecuencias mas o menos armoniosas. LAS ACTITUDES: Jin Shin Jyutsu Si nos centráramos durante un rato tratando en rebobinar una película que quizás hayamos vivido millares de veces, y casi siempre con un comienzo similar, su final no diferiría casi nada en todas sus versiones, sería un film como este: Todo está tranquilo, la calma aparente está con nosotros hasta que…comienza una preocupación cualquiera, que más da, la 3721 por ejemplo, se apodera prácticamente de toda nuestra atención, se traslada a un futuro hipotético y crea cadenas de otras preocupaciones, por ejemplo la 37ab, la 37de, la 37hj, la 37lm, la 37pq… y esta otra serie de preocupaciones, y si nos descuidáramos, comenzarían a enlazar con otras de otra serie nueva, etc.… Estamos viviendo en la actitud de la preocupación de una forma nada real, en un montón de supuestos de futuro, que ni existen, y es muy probable que nunca lleguen a existir, lo único aparentemente real es que estamos preocupados. Podemos realizar una prueba muy sencilla en cualquier momento de nuestra vida, por ejemplo ahora. Tomemos un cuaderno y según aparezcan preocupaciones en nuestra mente, pasemos a anotarlas, cuando lleguemos a la numero cien en nuestras anotaciones miremos hacia atrás y comprobemos si tan solo una de esas preocupaciones llego a cumplirse. La prueba puede resultar divertida, aleccionadora… Como no hayamos sido conscientes saliendo de la actitud de la preocupación y de sus cadenas, nos veremos en otro espacio: el miedo, aunque esta actitud realmente subyace en las demás actitudes, pero con frecuencia viene de la mano de la preocupación, ya que si en vez de estar en el presente, estoy en el futuro, o en el pasado, preocupándome, es muy fácil que me entre miedo de algo que supuestamente desde la perspectiva de la preocupación puede pasarme. Como con las actitudes de la preocupación y del miedo, no soy capaz de resolver la situación, el siguiente eslabón de esta cadena puede ser la ira. Ahora me enfado mucho, me pongo iracundo porque no soy capaz de resolver, estoy dando vueltas en la misma pista de un irreal circo, con trajes de distintas actitudes, en la imagen de un payaso tomando estas caras podríamos verlo con una gran claridad. Ahora el payaso, con el traje del enfado de la ira, y con cara de no poder resolver el hipotético asunto del inicio de “nuestra peli”, pasa a ponerse un traje espectacularmente aleccionador, el de la pena, el del pobre de mi, o “el de triste, “fané y descangayado”. Mas, aparte de la pesadumbre y el caldo de cultivo de posibles “etiquetas graves” nada más puede hacer nuestro payaso, y por lo tanto, decide ponerse el traje de la pretensión, un traje doble al que le cuelga un rotulito que dice “alegre por fuera y muy triste por dentro”. Después de habernos sentido identificados con los cinco eslabones de esta cadena, o con las cinco caras de nuestro payaso, si en ese momento apareciese un personaje divertido que nos contase una breve historia ¿le haríamos caso? ÉRASE un caminante alegre, despreocupado, que caminaba disfrutando de cada paso, de cada respiración, de escuchar cada sonido, y en este alegre caminar poco a poco llegó hasta una aldea, en esa aldea fue muy bien recibido, pues era un personaje que en nada se parecía a los afligidos y preocupados habitantes del lugar, la Aldea de la Preocupación. Le dieron comida y se sentaron en circulo junto a él, su sonrisa poco a poco fue diluyendo todas y cada una de las preocupaciones de los aldeanos; le dieron un buen vino y mientras disfrutaba saboreándolo, contemplando su color y oliéndolo, lentamente fueron cambiando sus caras. Comenzaron a parecerse a la cara tan alegre del caminante. El caminante quiso corresponder a sus generosos anfitriones, mas no llevaba nada que pudiese darles. Entonces comenzó a contarles para qué podrían servir los dedos de las manos. - “Sujetar el pulgar con la mano contraria diluye la preocupación. Si es el dedo índice el que me sujeto con la mano contraria puedo diluir o armonizar el miedo. Si sujeto el dedo corazón estaré diluyendo la ira. Al sujetar el dedo anular se armonizará la tristeza. Y por fin cuando sujeto el meñique armonizare la pretensión. Éste es el único tesoro que os puedo dejar, espero que os haga lo suficientemente ricos y felices.” Poco a poco el caminante, después de despedirse de los aldeanos, continúo su camino, y lo más curioso es que la aldea decidió cambiar su nombre por el de Aldea Feliz. El anterior cuento, es solo el umbral de una nueva realidad, a la que todos tenemos acceso, es nuestra sabiduría innata, venimos con ella. A esta sabiduría, a este inmemorial arte hoy en día le llaman JIN SHIN JYUTSU. Cuando uno descubre que la competencia no existe comienza a reírse de anteriores perspectivas propias, al mismo tiempo descubre desde ese nuevo espacio algo tan divertido como es la autoayuda, y decide enseñárselo a sus amigos, familiares, clientes… En mis ocho años de autoayuda con el Jin Shin Jyutsu, aparte de haber aprendido a resolver la mayor parte de mis afecciones, encontré en uno de sus libros este tesoro de párrafo: “A través de Jin Shin Jyutsu nuestra conciencia descubre que todo lo que necesito: armonía y balance (estar en ritmo con el universo) físico, mental, emocional, digestivo y espiritual, está dentro de MI MISMO. A través de esta conciencia, los sentimientos de paz completa, serenidad y unidad interna son evidentes. Ninguna persona o situación puede quitarme ese sentimiento. No hay lugar para sentimientos de competición y comparación en nuestro diario VIVIR. Solo existe un estado presente de SER que es ya el “pasado” y la fundación del futuro”. Hay muchos métodos para autoarmonizarse, lo ideal es que cada uno de nosotros elija el que más le resuene, el que le resulte más satisfactorio. Igualmente, hay momentos en los que lo que nos llama para ser escuchado es un desorden en la alimentación, otras veces puede ser un desorden en el tipo de trabajo, una relación no satisfactoria, etc... Por lo general podemos considerar “síntomas” a este tipo de llamadas, y en nuestro interior estará seguramente la causa. Podemos tratar primero los síntomas, o podemos tratar de localizar en primer lugar la causa. Podemos enfocar en la totalidad, o lo podemos hacer en una parte. Podemos enfocar en la perfección o lo podemos hacer en la desarmonia.

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